El adulterio es una relación sentimental establecida entre dos personas cuando una de ellas o las dos tienen otra pareja.
Es un criado muy bueno, pero la mujer de Utifar se quiere casar con él, y él la rechaza.
El adulterio a lo largo de la historia.
En la historia de la humanidad siempre ha habido personas infieles. Y no todas las épocas han considerado o han castigado de la misma manera la infidelidad. Estos son algunos ejemplos:
- Según la ley de Moisés, el adulterio era castigado con el apedreamiento hasta la muerte.
- Entre los egipcios, a los hombres se les daban mil azotes y a las mujeres se les cortaba la nariz.
- El espartano Licurgo castigaba a un hombre convicto de adulterio como a un parricida.
Licurgo. |
- Solón creía que la mayor pena que podía decretarse contra la mujer adúltera era la afrenta pública.
- Los locrios les sacaban los ojos. La ley fue impuesta por Zaleuco, cuyo hijo fue sorprendido cometiendo adulterio. En su corazón se entabló una lucha entre el amor paternal y el deseo de ver rígidamente observada su ley. Al fin de conciliar ambas cosas, decretó que le arrancaran un ojo a su hijo y al mismo tiempo se presentó en público con el ojo vendado, porque acababa de hacerse arrancar uno de sus propios ojos para que en cierto modo se cumpliera la ley.
- En tiempos antiguos los sajones quemaban a la mujer adúltera, y sobre sus cenizas levantaban una horca donde ahorcaban al amante.
- La ley de los godos castigaba el adulterio dando a la parte ofendida la facultad de contraer un nuevo matrimonio con quien quisiese.
Adulterio en la actualidad.
Según unos estudios la infidelidad en mujeres ha aumentado y la de los hombres se ha mantenido. Los sociólogos tienen una sencilla explicación para el aumento - generalizado en el mundo desarrollado - de la infidelidad en las mujeres. A medida que las esposas están menos atadas económicamente a sus maridos, las consecuencias de romper con ellos son menos dolorosas. El aumento del salario mínimo de las mujeres y su cada vez mayor independencia económica, hace que ser infiel sea mucho más sencillo. Por el contrario, no parece que a los hombres les importe mucho la dependencia económica. Los hombres que más dependen de sus mujeres son los más propensos a engañarlas. Una psicóloga planteó que ganar menos dinero que tu compañera femenina desafía la identidad de género pues pone en cuestión el papel tradicional de los hombres, lo que les lleva a ser adúlteros para reafirmarse como hombres. Esto también plantea un problema para la paridad, mientras las mujeres sigan manifestando que se siente atraídas por hombres que no realizan las tareas del hogar, la igualdad será económica, pero no social ni cultural.
El adulterio en la literatura.
El adulterio es uno de los principales temas de la literatura, y lo ha sido durante siglos. Amores prohibidos en conversaciones epistolares clandestinas, las intrigas literarias abundan. Desde tiempos inmemoriales la infidelidad apasiona. Las novelas que componen un elogio a la infidelidad como la de Choderlos de Laclos y su Las amistades peligrosas, Rojo y Negro de Stendhal, o la famosa Madame Bovary de Flaubert fueron duramente criticadas en su momento desde un punto de vista moral. En efecto, las leyes culpan el amor ilegítimo que la literatura ensalza. Pero entonces, ¿cuál es el secreto de esta literatura para atraer tantos lectores? Tal vez así su imaginación de aventura y de transgresión se desarrolla. Tal vez sus fantasías más ocultas emergen de estas lecturas... Al llevar la literatura a la luz, esta, de alguna manera, les permite realizarse... virtualmente.
El diablo en el cuerpo de Raymond Radiguet es una novela de 1923 que también causó gran escándalo con su lanzamiento. La historia es sobre un joven de dieciséis años (el narrador), que en 1918 va a conocer el amor con una mujer mayor que él y casada con un soldado que arriesga su vida todos los días en el frente. Marta, la joven infiel muere dejando detrás de ella un niño que es hijo del narrador. El marido de esta, Jacques, sin conocer la infidelidad de su esposa, lo crió como su propio hijo. Una novela de iniciación, que nos lleva a preguntarnos acerca de las consecuencias de la infidelidad. Al escribir esta novela, Raymond Radiguet se inspiró de un modelo literario francés por excelencia: La princesa de Cleves de Madame de Lafayette, considerada la primera verdadera novela francesa.
Adulterio de Paulo Coehlo: Linda está casada con un hombre rico, tienen dos hijos y la familia vive en una hermosa casa en Ginebra, Suiza. Trabaja en el periódico más importante del país, es guapa, viste bien y tiene todo lo que se pueda desear. A ojos de todos, su vida es perfecta. Sin embargo, no es feliz; una gran insatisfacción la corroe y se siente culpable por no ser capaz de disfrutar de lo que tiene. Por eso no habla con nadie de lo que sucede. Ama a su marido pero la relación con él se ha vuelto rutinaria, apática. Un día, el periódico la envía a entrevistar a Jacob König, un antiguo novio del instituto que ahora es un político de cierta relevancia. Este encuentro es suficiente para que ella se sienta capaz de hacer algo con lo que soñaba desde muchacha, y empieza a dar rienda suelta a sus fantasías. Vuelve a sentir pasión por la vida. Ahora hará todo lo que sea para conquistar ese amor imposible y descenderá hasta el fondo del pozo de las emociones humanas para, por fin, encontrar su redención.
Los príncipes azules también destiñen de Megan Maxwell: Sam y Kate son la pareja perfecta, se conocieron en la adolescencia y desde entonces no se han separado. Crecieron juntos, se casaron, se fueron a vivir a Nueva York, montaron un bufete de abogados que marchaba viento en popa, y tuvieron dos hijas. No sólo ellos son perfectos sino su vida en general. Tienen una familia maravillosa compuesta por sus dos hijas Ollie y Cat; por Michael, el hermano de Sam; Terry, la hermana de Kate; y Serena la madre de Kate y suegra de Sam. Pero todo no puede ser tan perfecto ¿verdad? Después de 20 años de amor idílico e incondicional una traición dará al traste con todo. Algo increíble que nadie se espera y que hará que los protagonistas de esta historia se den cuenta de que los príncipes azules también destiñen pero…¿es que acaso las princesas no lo hacen también?
La infidelidad en la música.
Jolene de Dolly Parton.
En este caso la pobre Dolly Parton le ruega a la tal Jolene que no le robe a su marido "incluso aunque sepa que puede". Para ello, la desdichada diva del country elogia su pelo, su voz y su sonrisa implorando que deje ir a su hombre, ya que ella no puede competir con todas esas virtudes. Incluso le dice que puede tener al hombre que ella quiera.
Mi soledad y yo de Alejandro Sanz.
Fue concretamente en 1995, y un jovencísimo Alejandro Sanz empezaba ilusionado diciéndole a su amada lo mucho que la echaba de menos, ya que ella estaba lejos. A medida que va avanzando la canción, va cambiando el tono hasta darse cuenta de que ella no está sola, para acabar sentenciando:
"Ya no te entretengo más, sé que te está esperando alguien. Dile que debe hablar más bajo al que ha dicho que no tardes"
I,d rather go blind de Etta James.
Para terminar, mejor hacerlo con una de las grandes voces negras del soul, la de Etta James, que según el título de esta canción, prefería quedarse ciega con tal de no ver lo que estaba pasando. Aunque la historia no tiene final feliz, ella transmite los sentimientos de la persona engañada con toda sinceridad y lo hace con esta preciosa canción con la que más de uno se sentirá identificado.
La infidelidad en el arte.
La fragua de Vulcano de Velázquez.
Hermes avisa a Hefesto de que Afrodita le es infiel con Ares, y este los mete en una reja de acero para avergonzarlos delante del resto de dioses.
El rapto de Europa de Picasso.
Zeus se convirtió en Toro para secuestrar a Europa y acostarse con ella a espaldas de su mujer.
Vidriera de la catedral de Chartres.
En el Antiguo Testamento hay doce patriarcas y uno de ellos es José. Sus hermanos le tenían envidia y por ello lo vendieron a unos mercaderes. Estos mercaderes lo llevan a casa de un egipcio que se llama Utifar.
Cuando José entra a trabajar en la casa de Utifar. |
Aquí se ve a la mujer de Utifar (derecha) intentando convencer a José. |
Utifar mandando arrestar a José. |
La infidelidad en el cine.
No hace falta estar casado (ni ajuntado) para saber que eso de “hasta que la muerte os separe” es un eufemismo en muchos casos. Como bien saben Keira Knightley y Sam Worthington, matrimonio bajo sospecha mutua en Sólo una noche, toda pareja se enfrenta tarde o temprano al demonio de los celos. Con razones o sin ellas, estas situaciones suelen ser desagradables… Pero, si no existieran, la historia del cine no sería lo mismo. Y la de los dramas, las comedias románticas...
Brokeback Mountain.
La película cuenta la historia de dos gays que al principio son amigos pero que acaban enamorándose. Los dos tienen esposa con la que han llegado a formar una familia. Y aunque la audiencia solo se fija en la historia de amor entre los dos hombres, hay una historia secundaria que es la infidelidad y el sufrimiento que ella conlleva a sus respectivas mujeres. También es una lección de que a veces no hay otro remedio que engañar y que la infidelidad no siempre es cuestión de egoísmo, maldad o vicio.
Los descendientes.
La película muestra a una mujer como una víctima ya que esta en coma por un accidente. Su marido que está a su lado en todo momento descubre que su mujer, antes del accidente estaba con otro hombre. Aunque el no se separa de su lado ya no la ve con los mismos ojos, porque donde todo el mundo ve una buena mujer que tuvo un desastroso choque con el destino, él ve a a mujer que cuando no era vulnerable le engañaba.
Mujeres adúlteras más representativas de la literatura.
Elena de la Ilíada: La adúltera por antonomasia. Pero en la Ilíada de Homero, Elena es una mujer triste, víctima de su propia belleza excesiva y del hechizo de la idea del amor que Afrodita le ha sobrepuesto. No ha sido Elena quien quiso traicionas a su marido Menealo con Paris, que la desprecia. En el canto VI, Elena trata a Paris de cobarde, y eventualmente parece preferirla el cuñado Héctor.
Hester de La letra escarlata: Aunque en este caso, la mujer infiel no tiene un final feliz: aquí la encontramos positivamente en el patíbulo, condenada a muerte por adulterio en la América puritana de la época. La letra del título es la A de adúltera: Hester debe llevarla cosida sobre el vestido, de manera que se avergonzarse frente a la comunidad. Pero el libro de Hawthorne es en realidad una denuncia contra la respetabilidad de sus contemporáneos. Es una novela exitosa desde la primera edición, hoy en día referencia de la narrativa estadounidense junto con Moby Dick.
Ginevra de La mesa redonda: El adulterio mítico, narrado en tantos libros, de la saga medieval del ciclo bretón y luego retomado en decenas de obras literarias desde el Siglo XII (Chrétien de Troyes) hasta las novelas de hoy en día. Ginevra es la procaz esposa del Rey Arturo, al cual le es infiel con Lancelot, el caballero más valiente de la Mesa Redonda.
El tema del adulterio es un tema recurrente, quizás por estar envuelto en misterio y polémica. Aunque está presente en todas las manifestaciones artísticas, la figura del adúltero no siempre es la más adulada por el público.
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