sábado, 16 de enero de 2016

Celestia


En el año 2.500 la Tierra era un lugar caótico. Las guerras estaban a la orden del día y muchos ciudadanos del mundo sufrían el hambre y la pobreza debido a la escasez de alimentos y la superpoblación.

Los hermanos Jeff y Oliver Reed vivían en un pueblito de Inglaterra junto a sus padres y sus tres hermanas menores. Su familia había hecho muchos esfuerzos para que los hermanos pudieran estudiar. En aquella época la gente que iba a la universidad era muy escasa, lo normal era que los jóvenes se preparasen para ir a la guerra. Jeff y Oliver estudiaron ingeniería euronáutica dispuestos a cambiar el mundo que ellos conocían.

Cuando tenían 30 años vendieron sus pertenencias y utilizaron todo su dinero ahorrado para dar la vuelta al mundo recogiendo muestras de todos los seres vivos posibles que aún habitaban el planeta. Mientras viajaban, diseñaron los planos de la que sería la ciudad del futuro, Celestia. Celestia estaría situada a 7.500 metros de altitud y unas aspas harían que esta se mantuviese en el aire. La base estaría hecha de titanio y aluminio y la superficie estaría cubierta de hierba para favorecer el crecimiento de la flora.

Cuando regresaron a Inglaterra, propusieron el proyecto a una importante empresa aeronáutica que en un principio rechazó su idea por ser demasiado fantasiosa. Aún así, Oliver y Jeff no tiraron la toalla y buscaron apoyo en el las masas las cuales presionaron a la empresa para que aceptara.

Los hermanos trabajaron durante casi 50 años en su proyecto y murieron cuando aún estaba a medias. Sin embargo, sus hijos y sobrinos siguieron sus pasos y trabajaron toda su vida en el proyecto. 60 años después de la muerte de los hermanos, sus hijos y nietos, dieron por terminada la ciudad y el 12 de junio la elevaron por los aires por primera vez, fecha que coincide con la fiesta de Celestia. La familia Reed fue la primera en pisar la ciudad junto con un grupo de vecinos, amigos y benefactores que habían ayudado a la construcción de la ciudad. Estas gentes y sus generaciones siguientes comenzaron su vida allí haciendo de Celestia lo que es hoy, en el año 2.950, la única ciudad en el cielo, donde todos los habitantes de la Tierra sueñan vivir.


En un principio la ciudad, que mide 8.000 kilómetros cuadrados y alrededor de 7 millones de habitantes, estaba situada encima de Londres, donde los Reed la construyeron aunque su sistema ha avanzado y ahora la ciudad es capaz de pilotarse, haciendo que está cambie de lugar dependiendo de las necesidades. Por ejemplo, si hay una sequía la ciudad es movida hacia sitios con riesgos de precipitaciones y durante las fechas de verano, a sitios cálidos.

En Celestia no hay delincuencia ni paro porque todos los habitantes tienen un trabajo y la ciudad no acoge a nadie si no puede garantizarle un puesto de trabajo acorde a sus necesidades. No es fácil llegar a ser un celeste. Celestia no tiene capacidad para todo el mundo, hay mucha lista de espera. Si estás interesado en entrar a la ciudad, tienes que mandar tu currículum y se ponen en contacto contigo cuando te hayan encontrado un puesto acorde con tu persona y una casa para que te mudes tú y tu familia.
En Celestia las viviendas son propiedad pública. No se compran las casas aunque hay que mantenerlas, pagar el agua, la electricidad, etc. Te asignan una casa acorde a tu sueldo aunque puedes solicitar una mejor si te ascienden de puesto o ganas la lotería, por ejemplo. Las casas en Celestia son como en la Tierra. En el centro de la ciudad hay bloques de pisos y rascacielos mientras que en la periferia son comunes las granjas y los casas unifamiliares.


La energía que se utiliza mayoritariamente es la solar. Cada casa, o vecindario, tiene unos paneles para que los habitantes se abastezcan. Por otro lado, en la periferia se utiliza también la energía eólica aprovechando las llanuras y el viento que hay a esas alturas. La altura podría ser un problema para la salud y al principio sí que lo era. Los primeros habitantes de Celestia tenían dificultades para respirar y a menudo tenían que salir a la calle con bombonas de aire. Ahora eso no es un problema porque se ha instalado una especie de atmósfera artificial que hace que se retenga más cantidad de oxígeno en la ciudad.

En Celestia no hay ríos ni mares aunque se aclimatan lagos artificiales con arena para que los habitantes puedan disfrutar de la playa, una de las actividades favoritas de los celestes. En cuanto al ocio, a los celestes les encanta el cine en 3D y las competiciones deportivas. Una actividad muy peculiar y popular en Celestia es saltar en paracaídas. La gente se tira al vacío desde el borde de la plataforma y en la superficie de la tierra les recoge un avión para volver a subirles.

La educación en Celestia es obligatoria desde los 3 años hasta acabar el instituto. Después los jóvenes pueden elegir que estudios superiores prefieren. Estos son gratis por lo que la gente estudia lo que quiere y no lo que puede. La sanidad es gratuita y no hay muchos hospitales porque la mayoría de las enfermedades graves están erradicadas.

En cuanto al sistema político de Celestia es muy peculiar. Los habitantes votan a un representante por barrio que luego se junta con los demás representantes para gobernar. Las elecciones se realizan cada dos años y los gobernantes no cobran por ello, cada uno tiene su profesión independiente.


El sistema celeste es aconfesional. Todas las religiones son aceptadas aunque la mayoría de los habitantes son ateos, no creen en ningún Dios porque no creen que haya un paraíso mejor que Celestia. 

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