El fenómeno del amor es, sin duda, el más estudiado, complejo, incomprendido y multidimensional que existe. El tópico del amor ha engendrado infinidad de obras artísticas: pintura, escultura, literatura, poesía…
En nuestra cultura el amor no tiene una definición completa, sino que posee muchos significados diferentes, y es un concepto que se emplea en contextos y relaciones muy variables.
Yo he elegido hablar del amor posesivo, es el tipo de amor en el que normalmente uno de los dos no deja espacio al otro, ni un minuto libre, piensa que su amor le pertenece y que nunca podrá amar a otra persona.
Las personas posesivas por lo general, empiezan siendo poco posesivas y cada vez van a más hasta el punto de no dejar decidir a su pareja.
La posesividad está estrechamente ligada a los celos, el encargado de destruir relaciones, pero también es un sentimiento lentamente autodestructivo: se la relaciona con el miedo, la desconfianza y la inseguridad que siente el individuo.
Es necesario distinguir entre amor y posesividad, porque mientras en el amor existe confianza, deseo de compartir, comodidad y espacio para cada miembro de la pareja, en la posesividad existen celos, egoísmo y no existe libertad, es una relación que lleva a la destrucción total.
Pero aunque vaya ligado a los celos, a veces es inevitable no sentir celos, eso no quiere decir que estés quitando libertad a tu pareja o que seas egoísta, pero las personas posesivas no dejan que sus parejas se relacionen y muchas veces esta obsesión acaba en maltrato.
El amor posesivo en la literatura:
Lo que revela la noche de Niki Valentine.
Susie ya no estaba enamorada de su marido. Pero el amor que sentía hacía él era tan inmenso que desechó sus dudas y olvidó el desasosiego, sepultándolos junto al resto de escoria que la vida en pareja había producido en ella. Junto con Martin, su marido, iban a vivir una aventura romántica. Pero aquella cabaña era una maldición erigida en medio de la nada que los convertiría en rehenes de un aislamiento implacable. Los primeros días en la cabaña apenas se hablaban hasta que unos días después Susie empezó a sentir cosas extrañas. Por la noche mientras estaba echada en su saco de dormir en un ligero sueño sintió como una mano la tocaba, no quería abrir los ojos porque ya no quería ningún contacto con Martin. Varias noches sucedieron igual, Susie que apenas se sentía deseada comenzó a sentir un fuego interno, abrió los ojos y la presencia que estaba sobre ella no era la de su marido, era una figura invisible. Aunque no lo viera lo sentía, y cada noche se dejaba hacer el amor por el hombre invisible. Cada mañana pensaba que todo había sido un sueño, y tal vez fuera así. Un día sus sonidos despertaron a Martin, el cuál se volvió loco al pensar que su mujer podía desear a otro e intento matarla. Ella negaba haber hecho nada, pero él no la creía. En uno de los ataques de Martin hacia la mujer, ésta le golpeó y lo mató.
Kate Beckinsale es muy guapa.
ResponderEliminarTengo muchas dudas que el amor posesivo sea amor ni nada que realmente se le parezca.No me extraña que entre el "poseedor" y sus suegros haya tantos conflictos porque, generalmente, hablamos de un enfrentamiento entre el amor incondicional (una madre o padre a sus hijos) con el de San Valentín (muchos regalitos, mucho "te quiero"... pero para mí).Por eso, regalar algo para echarselo luego en cara, manipulación que causa conflictos,prohibirle cosas,controlarle o mandarle flores para luego "bajarle las bragas",ese "romanticismo de mierda", mejor dedicalo a revisar la educación que te han dado.Alberigo CARACCIOLA.Los Boliches MÁLAGA).
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